De cara al comienzo de clases en Maped Docentes conversamos con Daniela Galluzzo y María Laura Volturo de Comunidad Entre Docentes sobre la educación en el Nivel Inicial, el rol docente, el juego, el aprendizaje y el periodo de vinculación.
1. ¿Cómo nació la Comunidad Entre Docentes? y ¿por qué?
Nace en el contexto de la pandemia ante la necesidad de crear un espacio reflexivo sobre la Educación Inicial. Es un espacio educativo que no pretende proponer recetas mágicas sino que está pensado para que el docente se acerque, reflexione, dialogue con sus pares, comparta sus experiencias y se lleve nuevas inquietudes que puedan transformarse en ideas.
Nuestra intención con la creación de este espacio es la de empoderar al docente, pero no nos ponemos en el lugar del saber, como un ente abstracto, sino que hablamos desde la experiencia, tenemos un montón de saber y reconocemos la sensibilidad del nivel, compartamoslo.
2. En su cuenta reflexionan mucho sobre el rol docente, el de las escuelas y el lugar ocupan las infancias
Creemos que existe la necesidad urgente de formar un equipo de trabajo entre las familias, las escuela y las niñas y los niños. Nosotras pensamos que debemos ser respetuosas con las necesidades de cada miembro de esta triada y eso significa que debemos escucharnos, construir vínculos y formar equipo sin perder el foco que lo que nos mueve es lo que necesita cada niño.
Sabemos que hay necesidades imperiosas de aprendizaje pero a veces nos olvidamos de pensar qué necesitan los niños: el derecho a la educación, a la infancia y al espacio de juego.
Por eso, lo que nos mantiene enfocadas es preguntarnos ¿es una necesidad de los niños y de las niñas? y desde allí muchos supuestos se deconstruyen. Entonces la propuesta cambia, la sala deja de ser un espacio donde solo se aborda contenido pedagógico para pasar a ser un momento de encuentro y la infancia se piensa desde otro lugar.
Dialogar con las familias sobre esto, es muy importante, para calmar ansiedades y liberar las tensiones. A veces por la necesidad de abordar ciertos contenidos nos olvidamos de darles a los niños el espacio de juego.
3. Pero… ¿Se puede enseñar a jugar?
Jugar es siempre un acto de libertad, nadie puede enseñar a nadie. Pero el juego tiene reglas y lo que podemos hacer es enseñar esas reglas y usar el juego para enseñar.
Creemos que se puede construir el propio aprendizaje a partir del juego genuino. Entonces en vez de pensar un juego de principio a fin lo que hacemos es armar un espacio lúdico e invitar a los niños a que entren allí y sin dudas, con su ingreso, el juego va a suceder. Es decir, la narrativa del juego la propone el docente, pero el juego genuino lo propone el niño. Pero para que esto funcione debemos corrernos del rol docente homogeneizador, el docente no tiene que hablar constantemente, ni impartir saberes sino que tiene que habilitar espacios donde el otro pueda construir.
4. Y en este sentido, ¿qué pasa con el movimiento libre?
Es la forma emancipadora de enseñar, dado que, implica la construcción del movimiento autónomo y libre a través del ensayo y del error. Su objetivo es lograr niños autónomos que sean protagonistas de su desarrollo. A modo de ejemplo, en vez de enseñarle a un niño cómo usar un aro, lo que hacemos es acercarselo y dejar que solo lo explore, interactúe y construya su conocimiento.
Sabemos que como docentes no es un camino fácil, porque implica desandar el camino de lo aprendido, escuchar, observar a cada niño, validarlo y acompañarlo en su proceso de aprendizaje. Pero, asimismo, es un proceso que nos permite reencontrarnos con el disfrute de la vocación.
5. Ok, el juego está presente en la Educación Inicial, pero ¿cómo es el proceso de vinculación con el siguiente nivel?
Nuestra experiencia nos dice que hay mucho por trabajar, a veces cuesta que ambos niveles dialoguen. Y esto conlleva a que se sostengan prejuicios “en el Nivel Inicial todo es juego y en el Nivel Primario no se juega” y no es así, ni en el primero es todo juego, ni en el segundo tampoco es que no se juega.
Lo que se necesita es un proceso de vinculación, aquí es crucial que cada miembro de la triada -familia, escuela y docente- trabaje en equipo en pos del bienestar del niño. A veces por la ansiedad del fin de un ciclo nos olvidamos, familias y docentes, de preguntarle al niño ¿qué es lo que interesa conocer de la primaria?, ¿qué piensa que va a pasar, ¿qué espera en el paso al siguiente nivel? Y les podemos asegurar que sus respuestas los van a sorprender.
Volver al niño, interpelar, es siempre nuestra misión y en el proceso de vinculación no podemos dejar de hacerlo.
Conocé más acerca de Daniela Galluzzo y María Laura Volturo de Comunidad Entre Docentes ingresando en https://linktr.ee/comunidadentredocentes?fbclid=PAAaboTL-9eL2JRXdULi9gW7zdb_yx-tpAE-aO5cBteKeYTEWyYb_hfgoNMRU
Allí podrás encontrar información sobre sus charlas, capacitaciones, acceder a recursos, y conseguir su libro La bimodalodalidad en la Educación Inicial. No te olvides de seguirlas en su cuenta de Instagram @Comunidadentredocentes