“LA EDUCACIÓN EMOCIONAL nace de lo que se vive: de la relación entre cada maestro y sus alumnos, siempre inclasificable; de las amistades entre los niños; de las historias que los aterrorizan o los conmueven; de la satisfacción de haber hecho un dibujo que expresa algo que desconocían(…). Ante todo, del placer, la concentración y la excitación del juego.» -Elisa Martín Ortega, profesora de literatura en la Facultad de Educación de la Universidad Autónoma de Madrid.
La educación emocional entró a la escuela, ¿cómo guiarla?
El arte es la experiencia viva. Y el color, en el arte y en el juego, es una de las mejores puertas de entrada para gestionar las emociones. El color está ligado a las emociones, y color y emoción hoy son ejes de trabajo imprescindibles en estos tiempos hiper acelerados en los que las emociones están tan en auge.
Experiencias positivas: creando con creadores
Un ejemplo del arte y el color como experiencia inspiradora: a fines del año pasado, en Valencia, España, los alumnos de Salvador Ferrer Alemany eligieron la obra del artista letonio Mark Rothko para que los chicos pudieran conocer los detalles de sus pinturas y aprender a expresar sus sentimientos a partir del arte plástico.
La experiencia, que abarcó a todos los niveles educativos, cruzó a diferentes disciplinas del programa escolar y logró con mucho éxito que los alumnos pudieran entender, apreciar y trabajar su sensibilidad sensorial, estética y emocional.
El trabajo, que consistió en una instalación central sobre la obra del artista y actividades en paralelo, creció mucho más al interactuar con contenidos del área de música y de Inglés, que se sumó a través del vocabulario específico sobre emociones, colores y sentimientos.
Fue un descubrimiento, un paso acertado, y una buena manera de plantear la educación emocional entre los distintos grados. Los chicos de Primaria estuvieron entre los que más disfrutaron y hasta se sumaron con clases de arte y de dibujo en las que pudieron crear estímulos sensoriales como una celebrada tanda de “botellas de la calma” que realizaron juntos en un taller. Un buen ejemplo de trabajo colectivo, creativo, pleno de ideas, colores y vivencias constructivas.
Más experiencias positivas: creando con nuestros libros favoritos
Sí: “El monstruo de colores”, el hermoso y poderoso libro de la española Anna Llenas, es favorito de muchas maestras y de muchas familias que buscan una buena historia y un buen cuento para trabajar las emociones. El libro presenta las emociones y les asigna colores: la alegría es el amarillo, el enfado/enojo es el rojo, la tristeza es el azul, el miedo es negro y la calma es verde.
¡Compartimos propuestas “monstruosas” para hacer en el aula!
La historia de Ana Llenas y el recurso del monstruo de colores permiten crear juegos interactivos donde las témperas, los lápices y marcadores, y hasta las plastilinas y las masas se vuelven absolutos protagonistas de propuestas para los chicos, por ejemplo…
1…
En el armado de un emocionómetro de pared (para que los chicos marquen allí cómo se sienten día a día).
2…
En los colores de diferentes pictogramas que puedan elegir para contar si están alegres, tristes, enojados, con miedo, tranquilos o incluso enamorados.
¡…3!
En un juego de lío de bolas de colores, hechas con masas y dispuestas en recipientes para que los chicos, en un ejercicio de psicomotricidad, puedan “pescarlas” y ordenarlas en recipientes.
¿Trabajás con “El monstruo de colores” con tus alumnos? ¿Tenés otros libros favoritos para presentar las emociones? ¡Contanos en los comentarios!
Maped presenta las masas emociones. ¿Cómo te sientes hoy?
Las masas EMOCIONES forman parte de la familia de Maped Creativ, una nueva línea de productos pensados y creados para que los chicos tengan las manos llenas de aventuras y ganas de crear y para que puedan tomar distancia del ocio frente a las pantallas y aprender a expresar sus emociones armando sus propios juguetes y disfrutando del juego lúdico.
El doble set de masas EMOCIONES es una novedosa alternativa para expandir y expresar la creatividad mediante el juego, estimulando el aprendizaje y previniendo el bullying a través de la educación emocional.
Basada en la colorterapia, la presentación incluye ocho colores, cada uno relacionado a una emoción: el azul lleva una carita triste, el amarillo una feliz, el verde brillante está “cool”, el rojo está “enojado”, el verde clásico es “relajado”, el rosa está “enamorado”, el violeta está “asustado” y el naranja se siente “divertido”.
¿Ya los conocés?
Y además…
Encontrá aquí recursos para trabajar a partir del Llibro del Monstruo de Colores.
También te recomendamos: El libro de la tristeza, del autor chileno Gabriel Ebensperger. Un bellísimo y delicado libro con mil colores sobre la imaginación como transformadora de los sentimientos.
“El juego infantil, la expresión a través de la imaginación o el dibujo, la reacción sincera de un niño ante una historia que le ofrece símbolos significativos para él, nuestra atención al modo en que habla o a su rostro en un momento particular, es el único modo de ayudarlo a tomar conciencia de lo que siente”. -Elisa Martín Ortega
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En nuestro especial Back to School 2019, Paz Tamburrini, Maritchu Seitún y Sofía Chas van en la misma línea y comparten experiencias y conceptos que reafirman los lazos entre el arte y el dibujo como lenguaje poderoso, entre los juegos y los cuentos como aliados de la creatividad y entre la paciencia y la compañía -estar cerca, estar atentos- para que los chicos puedan ponerle nombre a lo que les pasa. >> leé las notas y entrevistas haciendo click aquí >>