ENTREVISTA. Atenta al proceso y a las dudas ante el inicio de una nueva etapa escolar, la creadora de Mini y Coco, los personajes con los que ayuda a llevar las historias de sus libros “¡Chau chupete!”, “¡A comer!” y “¡Esperando al hermanito!” compartió una guía rápida de siete pasos para padres ansiosos y también un pedido especial para las maestras.
…
Detrás de un nombre corto y mágico, Sofía Chas aguarda con un larga carta de presentación, una decena de credenciales y un mundo propio y de colores habitado por personajes dibujados y bien conocido por sus lectores y seguidores. En esta búsqueda de Maped para encontrar la mejor manera de empezar el año escolar, Sofía es voz autorizada: diseñadora gráfica, fotógrafa e ilustradora, no solo es autora de libros infantiles (es la co-creadora de los seis libros de la colección Cuentos para crecer junto a su madre, Maritchu Seitún) y editora de contenidos de la cuenta de Instagram de @cuentosparacrecer, también es, o sobre todo es, mamá de tres hijos que hoy transitan por la edad escolar.
Con todas esas credenciales en mano y voz, Sofía dialogó con Maped sobre la maternidad y el desafío que promete empezar las clases para los primerizos y para los experimentados. Alegre, entusiasta, creadora, recordó las experiencias de vuelta al cole de sus hijos y compartió una serie de consejos para ayudar a que los padres puedan vivir la aventura lo mejor posible, abordar los tramos difíciles y saber cambiar la mirada para que los hijos crezcan felices y seguros.
1- Estar con los chicos y hacerlos parte de los preparativos
“Antes que nada, lo primero que fomentamos es el vínculo de los padres con los chicos: que estén más presentes, que dejen los teléfonos y se pongan a jugar, que estén con ellos, eso hoy es clave. Hay que mirarlos, ver qué necesitan, escucharlos, ver cómo están los nervios. Eso es lo primero -define. Después lo que recomiendo es prever: dedicarse desde al menos quince días antes a preparar las cosas, armar la mochila, compartir la búsqueda de los útiles, elegirlos y comprarlos junto a ellos, pasar un rato mientras les ponen su nombre a los lápices o a las carpetas, compartir cuentos. Estar con ellos para preparar todo y para hacerlos parte de esta etapa y de la adaptación, eso los ayuda un montón”.
2- El colegio y familia, en sintonía
En esta etapa a los chicos les cuesta todo, dice Sofía. “Les cambia mucho pasar del 1 a 1 en la casa a ser el 1 a 30 en el aula, esa atención. Todo es nuevo para ellos”, explica. En ese escenario es importante que el colegio y la familia estén preparados para lo que viene. “En esa etapa es un trabajo de los dos -de la familia y del establecimiento- y también hay que prever qué van a ofrecer, saber si van a actuar acordes a lo que esperamos y si nos van a acompañar en este proceso”, precisa.
3- ¡A clases! La adaptación SÍ ayuda
“La adaptación es muy importante, yo la recomiendo, aunque cueste para los padres. Ayuda un montón a que el chico se enganche bien con el colegio y no se lo esté forzando y empujando para adentro, que es lo que después no los deja aprender ni los ayuda a vivir lo que para ellos tiene que ser una experiencia positiva. En mi caso recuerdo que a mis hijos más grandes quizás la adaptación les costó un poco al principio, pero es algo natural, que pasa. Al mes ya estaban enganchados y contentos.”
4- Un pedido para la maestra
“A las maestras les pido tiempo y cariño para esta etapa. Lo primero que necesitan los chicos es el cariño de la maestra que quiere contenerlos para que estén bien. Para mí eso es lo más importante: que estén contenidos. Una vez que están contenidos lo que tienen que aprender lo van a aprender.”
5- Primerizos en Sala de 2 ¿Sí o no?
“Mis dos hijos más grandes empezaron en Sala de 3 y la más chiquita en Sala de 2 porque en ese momento yo ya necesitaba trabajar más. Sala de 2 me gustó mucho, tiene sus cosas, se cansan, hay que tener en cuenta el ritmo que implica, pero a ellos les hace bien: es lindo que se vinculen con otros. Hay que acompañarlos lo mejor posible, dejarle un cartelito o dibujito en la mochila, hacerle notar que estamos atentos. Preguntarles cómo les fue, esperarlos en casa con dibujitos, que sepan que estamos cerca.”
6- Emociones: los primeros berrinches y la importancia de ponerle nombre a esa emoción
“Lo mejor que podemos hacer es acompañarlos y ayudarlos a ponerle nombre a lo que le pasa. Si el chico está haciendo un berrinche lo primero es entender qué le está pasando. Si vuelve a casa enojado, o pataleando, hay que ponerle nombre a esa emoción: ‘qué bronca que hoy el colegio no te gustó tanto’, o ‘qué bronca que no encontraste a tus amigos’. Hay que ponerle palabras a sus emociones para que ellos puedan entenderse, elaborar lo que les pasa. Hay que ayudarlos, mimarlos, no es época para poner límites sino para contenerlos.”
7- Ahora sí… ¡Bienvenidos a primer grado!
“Primer grado los motiva un montón. En casa lo vivimos con mucha adrenalina, de a poco fuimos desglosando lo que iban a pasar; pintamos, dibujamos… Hay que prepararlos para entender lo que van a vivir», recomienda Sofi. Y cierra con un deseo que también es un pedido en voz alta, compartido: «Intentemos que nuestros hijos siempre sepan que estamos cerca.”
Seguir leyendo >> Entrevista con Sofía Chas – segunda parte y ¡un Cuento para crecer especial para Maped! >>