Jeff Koons es uno de los más controvertidos artistas de las últimas décadas y creador de esculturas que lograron trascender mucho más allá de los museos: una de ellas, la célebre bailarina sentada hecha en acero patinado en color transparente, fue exhibida en la explanada del Malba y fue, además, la razón por la que el artista viajó a Buenos Aires en 2016. Koons es conocido por reinventar la cultura popular, tomar objetos cotidianos y llevarlos al plano artístico y en esa búsqueda el año pasado volvió a impactar con una instalación gigante inspirada en la plastilina.
Para esa serie, que le llevó dos décadas para terminarla, Koons se inspiró en las texturas, en los colores brillantes y en lo que representa para la infancia. Quiso llevarla a una versión épica, representar su magia y su juego y así, finalmente, terminó creando cinco versiones de aluminio pintado como perfectas réplicas de plastilinas apiladas en colores diferentes: reprodujo al mínimo detalle las grietas, curvas y el brillo único de sus colores y armó cada una de sus cinco copias con 27 piezas separadas de aluminio policromado.
La serie fue un éxito, llevó a un elemento escolar, lúdico y propio de la niñez a exhibirse entre los lujos de los mejores museos y logró un impacto tan grande que en pocos meses fue subastada por más de 20 millones de dólares. Con esa venta, que fue noticia en 2018, Koons llegó otra vez a la cima de los artistas estadounidense mejor cotizados. Y la escultura, una de las más grandes y complejas de su serie Celebration -un grupo que incluye otros íconos súper conocidos como Balloon Dog y Tulips-, fue estrella absoluta frente al público que cayó cautivado frente a una obra que, simplemente, rendía homenaje a las masas que los chicos y chicas usan para crear sus proyectos de arte y juego.
Juego de gemelas. Fotos 1,2: la serie de Koons. 3,4: plastilinas Maped.
Lo escolar, arte y lujo en los mejores museos
En Buenos Aires, el Malba supo recibir a Koons para la muestra que contó con la escultura Bailarina sentada en la explanada de su edificio, a la vista de todos, en un espacio público desde donde la figura atrajo cientos de miradas y miles de fotos. Fue la primera vez que el Malba exhibió una creación de Koons pero no la primera vez que el Museo de Arte Latinoamericano reivindicó a la infancia y a los años de escuela.
Años atrás, entre sus grandes salones el Malba presentó una selección de dibujos, pinturas, fotografías, videos y objetos propios de la escuela en una muestra que tuvo una gran repercusión por su manera de representar “el imaginario vinculado al repertorio escolar”: replanteó desde el gusto por pegar, recortar, plegar y hacer collages al uso de iconografías relacionadas con lo infantil, los juegos para chicos, los libros de cuentos, los manuales de lecturas escolares, los mapas y hasta las figuritas. Todo, en una puesta que también mostró poesía y la ternura de los años de la vieja escuela.
La exposición se presentó de manera formal como una muestra “de la influencia del modelo formativo de la escuela primaria argentina en el arte contemporáneo local”, y bajo el título “Escuelismo”. Contó con 60 obras de más de 40 artistas como Liliana Porter, Marcelo Pombo, Alfredo Prior, Liliana Maresca y Guillermo Kuitca entre otros representantes clave de la escena artística local de los años 80 y 90.
Museos: aliados de los docentes y cada vez más cerca de los chicos
No fue lo último que el Malba propuso sobre la escolaridad: hoy en día, la agenda del gran museo dedica una interesante propuesta con la mirada puesta en la educación, fomenta actividades con instituciones, organiza talleres para chicos y es uno de los pocos espacios de arte de referencia que cuentan con un área específica para docentes. Desde ahí convocan a profesionales de la educación y proponen contenidos especiales para compartir con los adultos.
Otros de los museos que están cada vez más abiertos a docentes y a escuelas son la Fundación Proa, que lleva agenda propia y promueve acciones participativas para compartir con chicos de Jardín, Primaria y Secundaria, y el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, que cuenta con un departamento de Educación que “construye un puente” para “pensar el arte y la educación” a través de propuestas creativas para talleres, visitas guiadas, conferencias y debates.