El año pasado nos forzó a pensar en nuevas formas de enseñanza a través de la virtualidad y aunque las clases presenciales están programadas para empezar de nuevo, la incertidumbre persiste y nunca está de más continuar formándonos. En Maped Docentes conversamos con Cecilia Palavecino, Coach familiar y referente en Disciplina Positiva, acerca de las aulas emocionalmente inteligentes. Dichas aulas se centran en la importancia de las emociones tanto en docentes como en alumnos.
Cecilia abre sus puertas a todas las Docentes que nos siguen en el blog para participar de su taller virtual “Aulas emocionalmente inteligentes” que se llevará a cabo el miércoles 17 y 24 de febrero a las 17hs. En esta nota hablaremos de la importancia del vínculo en el aprendizaje y daremos un adelanto de las temáticas principales del taller. El mismo está apuntado a docentes de todo el país y todos los niveles ya que se busca trabajar la afectividad en todos los años escolares.
Las aulas emocionalmente inteligentes son descriptas por Cecilia como aulas donde la conexión y el vínculo son primordiales en el aprendizaje. Indica la importancia de que la inteligencia emocional se integre a la clase ya que “en función de reconocer y gestionar positivamente las emociones uno puede ayudar a los alumnos y a los docentes a sacar lo mejor de sí mismos. El docente primero tiene que conocerse, conocer qué siente, qué le generan determinadas acciones de los alumnos. Esto es importante ya que por las neuronas espejo un chico copia. Si me ve enojada, ofuscada o triste, el alumno reaccionará igual. Tal vez uno piensa ‘¿Por qué con este profesor se porta bien y con este mal?’. Porque la emocionalidad que el profesor transmite, el alumno la copia. En cualquier ámbito, cuando una persona está de buen humor, contagia. Si entro a la clase y les pregunto a los chicos qué fue lo mejor que les pasó ayer, los chicos van a pensar que la profesora le pone onda, que los quiere y pertenecen a ese grupo. Después enseño, aprendo, hay que usar la memoria y esforzarse pero si no logro estar regulado emocionalmente no funciono.”
Son aulas libre de amenazas, en donde los alumnos tienen confianza de hacer preguntas porque se promueve la curiosidad y no se acepta la burla. Lo que se busca es que el chico aprenda, no perjudicarlo. De acuerdo con Cecilia, algunas de las técnicas importantes para lograr una clase sin amenazas son las siguientes: “El humor del docente, el anticipar, tener reglas claras, buscar la conexión antes que la corrección, demostrar que el error es una manera de aprender, el sentido de contribución”.
- ¿Cuál es la diferencia entre un aprendizaje con y sin un vínculo afectivo?
“Te voy a dar un ejemplo. Antes venía un profesor y te decía ‘abrí el libro en la página tal, empezá a completar tal ejercicio’. ¿Pero qué pasa si yo apelo a tus sentimientos y te digo, sabés lo que pasa en tu cerebro cuando te enamorás? Yo quiero saber. Llego al mismo fin porque te enseño cómo funciona el cerebro humano. La emocionalidad capta como motivación. Te atraigo a través de una pregunta socrática, una sorpresa, un algo que no esperás. De repente miro al aula y digo ‘uy, ¿qué hay ahí?’ y saco unos gorros transparentes que tienen el cerebro humano dibujado y les digo que cada uno se ponga un gorro y empiezo a enseñar. Hoy el chico necesita saber para qué sirve lo que aprendo. Primero te involucro, te motivo, te sumo a mi barco y después aprendemos, memorizamos, nos esforzamos, pensamos pero desde la pregunta, no desde la respuesta.”
- Ahora que nos encontramos más inmersos en la virtualidad, ¿cómo pensás que se puede generar o mantener un vínculo?
“Primero te voy a pedir que tengas la cámara prendida. Quiero que formes parte de mi ámbito. Necesito verte, hacer contacto visual. El docente termina el doble de cansado para mantener la atención. La atención está medida en la edad del alumno más 2. Ej: Si le hablo a chicos de 15 años, sé que más de 17 minutos atentos no los voy a tener. Voy a tratar de hacer recreos cerebrales. Cada tanto voy a poner un efecto sorpresa, un chiste al ponerte una imagen, o un ejercicio con las manos a través de la pantalla pero te distraje, te hice reír, te sorprendí. Son importantes las preguntas. “Díganme, ¿qué están sintiendo ahora? ¿Qué hicieron ayer? ¿Qué es lo que más te gusta jugar en tu casa? Siempre tengo que buscar al principio un vínculo. ‘Contame quién te inspira y por qué’. Preguntas que no tengan nada que ver con lo académico pero tengo que generar un vínculo. Parece que perdés tiempo pero lo ganás porque después los tengo a todos conmigo.”
- ¿Cuáles son las formas para fomentar la motivación en el alumno?
“La curiosidad. Los chicos son curiosos. Les vamos cercenando la motivación. Por ejemplo, en el jardín ningún chico está desmotivado. Desmotivamos porque el sistema educativo en primaria se basa en que todos tenemos que ir al mismo ritmo, aprendiendo las mismas cosas de la misma manera.
¿Por qué no dibujo una rayuela en el patio, lo hago saltar y cada casillero que adelanta suma y cada casillero que atrasa resta? El chico aprende con el cuerpo y lo motivé mucho más. Saltamos, nos reímos, jugamos y aprendimos matemática. ¿Quién dijo que hay que aprender sentado en un banco con un papel y un lápiz?
Hay que desafiar el método y eso nos cuesta a los docentes. Hay que impulsar la curiosidad, la creatividad, el descubrimiento, las preguntas, hay que investigar y equivocarse. Desmitifiquemos el error. El error es un escalón para llegar al conocimiento. Todos los descubrimientos tuvieron errores antes. Es una oportunidad de aprendizaje. Uno aprende a través del error. Uno se acuerda más de los fracasos y errores que de los aciertos.”
Conocé más de Cecilia en su cuenta de Instagram @ceciliazpalavecino y seguinos para ver las actividades que vamos a organizar juntos en Maped Docentes.
El taller va a poseer un costo muy accesible para que todos los docentes interesados podamos enriquecernos de los contenidos que Cecilia presentará. Te dejamos el link al formulario para que te anotes y nos pondremos en contacto con vos.