ENTREVISTA. «Que los chicos sientan que son elegidos y queridos»: en la segunda parte de la entrevista con Maritchu, la psicóloga y experta en orientación se enfoca en los detalles de la bienvenida al cole para este 2019. Adaptación, paciencia, cómo conquistar la atención de los alumnos más pequeños y el encuentro maravilloso: lo que no debe fallar en los primeros días de clase.
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1- La adaptación es indispensable
“Como psicóloga defiendo la adaptación, por más que sea pesada para los papás. Los chiquitos que no la usan porque parecen no necesitarla, los que se quedan felices y la dejan ir a la mamá, probablemente retrocedan. Cuando tiene algún problema chico o grande, se pelean con un amiguito o si les resulta muy difícil la tarea van a recular y van a decir ‘no quiero ir al colegio’, ‘quiero que venga mi mamá’. La adaptación es importante, puede ser larga y complicada para la mamá que trabaja pero realmente vale la pena. Los jardines se dieron cuenta de que si no hacen la adaptación gradual y lenta pueden tener estos retrocesos y el retroceso es mucho más complicado”, asegura Maritchu.
2- Primer desafío para el docente: conquistar la atención
“Al docente le diría que ponga énfasis en relacionarse con cada chiquito, en atraer su atención, en hacerlo sentir elegible, elegido y querido, en elegir un material que sea particularmente atractivo al principio para que tengan ganas de quedarse. También le pediría que sea muy suave, que use tonos no muy altos. Hay maestras que son muy entusiastas y en los primeros tiempos les pediría que bajen el tono para darles tiempo de conocerla”, recomienda.
3- Paciencia, paciencia
“Un chiquito con un vínculo seguro con su papá y su mamá se va a adaptar al colegio o al jardín sin problemas, quizás no tan rápido como nos quedaría cómodo, en la falta de adaptación a veces lo que vemos son problemas en el vínculo con los padres. En esos casos la maestra puede ayudar con su presencia tranquila y amorosa y tratando de ver el motivo de esa desconfianza, quizás piensa que no lo van a ir a buscar o que los padres se lo quieren sacar de encima; y ahí la maestra tiene que sostener a padres e hijo y tener paciencia”.
4- En el aula: niños que no saben jugar, el desafío del docente
“Hoy los jardines están complicados porque los chicos tienen mucha pantalla en sus casas, con lo cual las maestras están recibiendo niñitos que no saben jugar, cuando antes todos sabían jugar y llegaban al jardín listos para hacerlo”, advierte Maritchu. Para ella, hoy muchas maestras tienen que enseñarles a sus alumnos a jugar. “Ellos vienen de una postura más pasiva, mirando pantallas, y esto hace que tengan más problemas atencionales -detalla. Realmente se las ven difíciles las maestras”.
5- Cara a cara, corazón a corazón: el encuentro maravilloso
“Lo que complica es que las pantallas son un estímulo muy intenso y muy atractivo y las maestras tienen que disfrazarse de lo que sea para poder atraer la atención de estos chiquitos con estímulos que de por sí no son tan intensos, ni tan atrapantes.
No es nada sencillo para ellas. Pero lo mejor que les puede pasar al niñito es que le pase eso: estar tres o cuatro horas en un jardín donde hace un montón de cosas que no tienen que ver con una pantalla. Y con una maestra que tampoco lo está. Es fabuloso: la maestra mira a los niños en vez de estar frente a una pantalla, es una experiencia maravillosa y muy estimulante para ellos”.
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