PRIMERA PARTE. Ya estamos en la cuenta regresiva para Fin de Año y en estos días de informes finales y preparativos para cerrar el ciclo desde Maped Docentes proponemos un recreo para conectar con lo mejor de enseñar. Conocé las historias detrás de los proyectos que formaron parte de los más elegidos en el mes del maestro y la maestra por ser inspiradores y valiosos para la profesión. Enorme vocación, mucho respeto por la enseñanza y pasión por compartir: estas son las historias de @alterandolaensenanza, @mochila.maestra, @abrazandocuentos, @espaciokinder, @book.games.galore y @mdherramientaseducativas.
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@alterandolaensenanza: “solo se necesita tener el deseo y las ganas de trabajar por lo que queremos”
Sofía Britez y Tatiana Nigro
“Alterando la Enseñanza es para nosotras el espacio en el que podemos reflexionar, debatir, compartir y tomar distintos recursos para nuestras clases como series, aplicaciones, contenido relacionado con la Educación Sexual Integral, tecnología, entre muchos otros. Alterando es nuestro espacio, pero un “nuestro” que abre sus puertas a un otro: es el espacio en el que podemos conocer y construir con otros, y por qué no también expresar nuestras propias convicciones en relación a la educación. Nuestro objetivo
siempre fue poder colaborar a modo de red con otros/as profesionales, que crezcamos juntos/as y que podamos aprender unos/as de otros/as”, celebran a coro Sofía y Tatiana, creadoras de alterandolaenseñanza, uno de los proyectos educativos más elegidos por la comunidad de Maped en Instagram y uno de los que más se destacan en esta red por compartir recursos, ideas y recomendaciones para quienes comparten la pasión de educar y formar.
Sofía y Tatiana fueron primero compañeras de carrera, después amigas y hoy, casi terminando el Profesorado en Ciencias de la Educación, ya llevan contadas y vividas muchas experiencias compartidas. Y también anécdotas: “Alterando la enseñanza surgió a partir de un parcial poco convencional que tuvimos en una de las materias de la carrera, @tecnoedu, de la mano de @marianabmaggio y equipo”, recuerdan. La propuesta que tanto las entusiasmó fue viralizar distintas consignas a través de las redes sociales, y el primer paso que dieron fue en Twitter.
Quedaron tan entusiasmadas que decidieron seguir sosteniendo el espacio pero para generar contenido relativo al ámbito educativo. Y ahí, al ver que empezaban a tener llegada a distintas personas, dieron un paso más y se extendieron a Instagram. “Allí fue donde tuvimos la oportunidad de crecer, conocer a otros docentes que al igual que nosotras tienen su propia cuenta educativa, conversar con personas de otras provincias e incluso de países a los que jamás creímos poder tener llegada”, completan, entusiasmada por lo que generaron.
“Estamos muy agradecidas de poder seguir creando vínculos con todos aquellos que se toman un rato para leernos. Sabemos que todavía nos falta mucho por aprender y crecer como profesionales, pero estamos convencidas de que el primer paso está dado, y que solo se necesita tener el deseo y las ganas de trabajar por lo que queremos”.
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@mochila.maestra: “Me encanta ver tantos colegas uniéndose”
Jesi Ross
“Mochila maestra surgió en noviembre del 2007. Ese año era maestra de segundo grado y me había tocado un grupo muy complicado, con muchas dificultades para establecer vínculos. Dar clases me resultaba muchas veces imposible por los conflictos que se generaban. Comencé a buscar estrategias y recursos para poder llevar adelante en el día a día y así empecé a seguir maestras instragramers de Estados Unidos y España. Me pareció maravilloso ver las cosas que subían. Luego empecé a seguir a @maestradepueblo recomendada por unas compas y pensé ‘qué increíble que estando tan lejos coincidamos en tantas cosas los docentes”, recuerda Jessi, docente de nivel primario y estudiante de psicopedagogía.
El descubrimiento de esas cuentas no solo la inspiró para sus clases, también le permitió comprender que a todos los maestros y maestras del mundo les pasan las mismas cosas con sus alumnos y alumnas, con las familias, los directivos y también con sus pares docentes. Y desde esa emoción decidió sumarse y abrir @mochila.maestra, un proyecto que la inspira para compartir también sus experiencias desde Buenos Aires, Argentina.
“Elegí ese nombre porque todos los docentes tenemos nuestra mochila en la que llevamos nuestros libros, carpetas didácticas, recursos, agenda docente, cartitas de alumnxs, entre muchas cosas. Al principio iba a ser un lugar exclusivamente de recursos didácticos, pero fue mutando en una mezcla de eso con memes de la profesión, frases y reflexiones”, comparte.
“Me encanta ver tantos colegas uniéndose a esta maravillosa red en la que compartimos experiencias y recursos. Ojalá esto sigo creciendo en pos de poner la educación en primer plano”, celebra.
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@abrazandocuentos: “Que los adultos puedan seguir cultivando su niño interior”
Bárbara Bonacin
Abrazando cuentos es una de las librerías más encantadoras de Buenos Aires, tiene un espacio mágico en Palermo donde reciben pequeños lectores y también es una caja de sorpresas y recursos para docentes que completan sus clases -o se inspiran- con los mejores autores de literatura infantil y juvenil del mundo. El gran secreto de abrazando está detrás del mostrador o, mejor para este caso, en el corazón de la librería: la creadora de esta propuesta es Bárbara, docente, madre y lectora que llegó de Italia hace más de 13 años y que lleva adelante este espacio físico que también es -e incluso nació- como una gran comunidad.
El proyecto de @abranzandocuentos, también elegido por la comunidad docente de Maped, surgió como una página de Facebook hace ya tres temporadas, con el tiempo sumó una librería virtual, y hoy completa con una sucursal física -donde ofrecen cursos, presentaciones y talleres- y una gran interacción también en Instagram. A través de todos esos canales Bárbara promueve la cultura y su pasión por la formación para docentes. “Con la llegada de mi bebé hubo muchos cambios en mi vida. De a poco los más variados cuentos entraron a formar parte de mi vida y todas las investigaciones que hice y sobre todo las emociones que siempre siento cuando leo con mi hija un nuevo libro me llevaron a querer compartirlo creando un espacio”, cuenta Bárbara.
La misión que lleva es doble: por un lado, apunta a que sus libros permitan que los adultos que se acercan a ellos puedan seguir cultivando su niño interior y por otro a que los chicos y chicas puedan conocer las mejores historias para aprender, imaginar y divertirse con las personas que más quieren.
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>>Conocé más: continuá leyendo la segunda parte parte del especial aquí <<
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Volvemos a agradecer a todos los que participaron de la consigna con tanto cariño y respeto por la docencia y volvemos a celebrar a todas aquellas propuestas que fortalecen el compromiso por la enseñanza.
¿Votaste por alguna de estos proyectos? ¿Los seguís?
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Creamos una comunidad para compartir lo mejor de enseñar. Seamos más.